24 mayo, 2009

Recordar su voz sin desmoronarme...

La señorita Hale es estúpida. Ha vuelto a caer otra vez más en ese agujero. Quiere saber por qué se siente así, por qué hace los mismos errores una y otra vez... pero no puede. Está perdiendo la fe.
¿Por qué él siempre aparece cuando menos se lo espera? Hoy ha vuelto. Ha vuelto a revivir esos sentimientos con ese cruce de miradas, esas caricias, esos besos, esas palabras, esos gestos... y ella no ha podido resistirse. Por mucho daño que le haya echo, ella seguirá arrastrándose a él como un perrito faldero y seguirá esperándole siempre. Aún tiene ese poder sobre ella.
Ahora ella está tumbada en la cama, preguntándose que hará él. Preguntándose que habrá sentido esa noche. Si su corazón estaba desbocado por ella. Si esa sonrisa volvía a ser suya... Y no puede evitar sonreír al olerse las manos y descubrir que aún conservan su olor. Tan dulce, tan suyo. Cierra los ojos y le vienen los recuerdos. Qué guapo estaba, ¿no? Tan sólo han pasado un par de horas y ya le echa de menos. Y le echará más de menos aún, porqué sabe que falta mucho para que eso vuelva a repetirse... pero esperará. Porque aunque ella lo pase mal, todos los pesares se desvanecen cuando él la besa.
¿Sabes que después de hacer el amor, todos nos dulcificamos? Nuestros rasgos se suavizan, los ojos se humedecen ligeramente, los labios se vuelven un poco más carnosos y se llega a la risa con mayor facilidad, pero más lentamente.
Así se duerme ella. Con los labios carnosos, una medio sonrisa en la boca y perdida en ese dulce aroma. Su aroma...
Yo soy la señorita Hale. Y soy estúpida. Nunca podré olvidarle...

2 comentarios:

  1. Siempre un amor que nos ha marcado deja una llamita en el corazón y cada vez que tienes un reencuentro con esa persona, la llama se enciende y piensas que algo puede pasar, algo mucho más bonito que la vez que estuvisteis juntos. Pero algo que no puedes concebir es que esa persona ya no siente nada por tí, sea porque la llama se apagó o porque es tan minúscula que no consigue encenderse.
    No es comparable al amor platónico, porque éste último nunca ha tenido ninguna llama encendida hacia ti, es mucho peor; porque sigues recordando esos momentos con esa persona, que alguna vez ella ha conseguido amarte, y tu la amas aún.
    Odio esos reencuentros, soy muy enamoradiza.

    Un beso, Señorita Hale.

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  2. No es estupidez, linda.. es melancolía.

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