05 septiembre, 2009

Crash.

Mi pequeña Abbey:
Me temo que esta será la última carta que aparezca en tu buzón. Almenos, la última carta mía.
Sé que hemos pasado momentos increíbles, que nuestros besos quedarán en el recuerdo y los recuerdos en un cajón, pero lo mejor es decirte adiós. Eso no significa que no te quiera, ni se te ocurra pensar eso. ¿Quién podría no quererte? Tú, que con sólo un gesto ya te ganas a quién quieres. Tú, con esos ojos dorados tan bonitos, con esas manos tan suaves, con el palpitar de tu corazón tan acelerado. Tú, mi pequeña gran mujer, esa que siempre me sorprendía. Esa que a días era niña, y a días adulta. La que siempre me hacía sonreír, la que con sólo con tocarme me hacía temblar. Esa eres tú. Me hiciste sentir tantas cosas que nunca antes había sentido que creo que el miedo ha podido conmigo. Ahora sé que tú me dirías que debo ser fuerte y luchar por lo que quiero, pero es imposible. Soy un cobarde.
A veces me da por pensar, y siempre revivo esos momentos que hemos pasado juntos. Pensé que nunca acabarían... pero se están desvaneciendo como el humo de un cigarro.
Sabes que odio las despedidas, y por eso te mando esta carta. Si me hubiera despedido de ti cara a cara me hubiera rendido y no me hubiera ido, simplemente porque eres mi perdición. Mi pequeña Ab..
Tienes que prometerme algo. No vas a llorar. No quiero que llores por mí, no lo merezco, así que límpiate esas lágrimas que corren por tu rostro ahora mismo y sonríe. Exactamente cómo a mí me gustaba... Así. Bien echo, cielo. También quiero que me prometas que vas a volver a enamorarte. A mí va a matarme saber que otro tiene tus besos, tus caricias, tus frágiles abrazos.. pero sé que va a saber valorarte más que yo, y te mereces a alguien que te quiera (repito, yo te quiero más que a nada, pero eso a veces no es suficiente). Aún así, aunque vuelvas a enamorarte, aunque no llores por mí, quiero que me recuerdes como un recuerdo bonito. No me odies, sólo quiero que seas feliz.
Aquí concluyo la carta. Voy a echarte mucho de menos, mi pequeña princesita.
Sé feliz. Te quiero.
Michael.


Cuando Abbey acabó de leer la carta, oyó como su corazón se rompía.. y sonó como a cristal.

5 comentarios:

  1. Ya no hay cartas a Ab.
    ¿Ya no hay?

    Despedirse así no es cobarde, es inhumano.


    Como siempre genial kuka.
    Me encanta

    ResponderEliminar
  2. Una despedida un poco fría, pero si él no podría ha sido la mejor solución, mejor que que no lo hubiera hecho. Pobre Ab ahora le tocará volver a unir los trocitos de su frágil corazón y pegarlos con el amor de otra persona ¿no? Eso es lo que él quiere, pero no sé si ella podrá.


    Precioso como siempre kuka.
    Un besito

    ResponderEliminar
  3. Una despedida así, no merece un perdón.

    Genial Kuka, como siempre.
    Te quiero groupie!

    ResponderEliminar
  4. Las despedidas siempre son dolorosas...
    Me encantó x)

    ResponderEliminar
  5. Guauuu que carta!
    Abbey, abbey road (the bearles, me he acordado ahora jajaja)
    Me ha encanto... me encanta el mensaje que sale de las frases en negrita :)
    Siiii :)
    La princesa de rizos ha contado algo, por si quieres leerlo...
    Muchos besos preciosa :)

    ResponderEliminar

Acaríciame..