06 febrero, 2010

Il mio cuore può solo innamorare con voi.


Esa mañana Abbey se levantó con la extraña sensación de que todo iba a salir bien. Se vistió y antes de salir miró por la ventana. Ante su mirada se extendía un Londres soleado, a pesar de estar a mediados de Febrero. Cogió su bolso, las llaves de la mesita que había al lado de la puerta y bajó las escaleras saltando.

Tardó apenas 5 minutos en llegar al Starbucks. No supo si era porque iba rápido para verle, o si era porque ese día todo iba un poco acelerado. Cuando cruzó el último semáforo y fue a abrir la puerta, las palabras ‹‹cerrado›› le traspasaron el corazón. ¡¿CERRADO?! El solse apagó, ese día de Febrero se tornó gris (como sus ojos) y las nubes se apoderaron del cielo, provocándole al día un aspecto lúgubre. Los ojos se le anegaron de lágrimas pero no se permitió llorar. Bueno, pensó, ya le veré mañana. Suspiró, se dio la vuelta y empezó a caminar por Carnaby Street

Miró el reloj mientras caminaba. Las 11.35pm. La hora de siempre… su hora. Y hoy no estaba con él. No sabía que podría hacer esas horas que se pasaba cada mañana en la cafetería, pero ya encontraría algo. Iría a alguna librería a mirar libros, o se compraría alguno y se sentaría en un banco a leer.

- ¡Abbey! ¡Espera!

Esa voz le traspasó el alma y le heló los sentidos. Se giró y se encontró a ese chico de pelo rubio y ojos azules mirándola con una pequeña sonrisa en los labios. Ella enarcó una ceja y esperó a que él dijera algo.

- Sabía que ibas a venir a esta hora y… no quería que te fueras triste.

Abbey no pudo reprimir esa sonrisa que se le escapó de los labios y vio como los ojos de ese chico relucían. Se acercó a ella, le puso un mechón de pelo rubio detrás de la oreja y sonrío.

- Soy Chris.

Abbey volvió a sonreír. Su ángel, ese al que observaba cada noche desde la ventana y el que le preparaba cada mañana el café, tenía, obviamente, nombre de ángel. Chris… cada una de sus letras le hizo temblar el alma.

Ese día Abbey sí tomó café… pero Chris también. Tomaron café juntos, y mientras se pintaban la mañana y volvía a salir el sol, fueron contándose cosas sobre ellos mismos. Abbey supo que nació en Noruega, que se mudó a Londres con cinco años y que estaba estudiando periodismo. También supo que le gustaba el café, los muffins y leer.

Chris, por otro lado, supo que el color favorito de Abbey era el rojo, que le perdían los libros y las fresas, y que adoraba Londres y los rascacielos de Nueva York. Supo que trabajaba en una pequeña empresa, que le gustaba fotografiar y también cantar.

Abbey, al final de la mañana, se dio cuenta de que solo había una cosa que le devolviera el brillo a los ojos de Chris. Y ese algo era ella

Chris, increíblemente, se dio cuenta de lo mismo, pero ninguno de los dos se dijo nada. Solo se sonrieron, y se fueron a casa… sin saber exactamente si al día siguiente se verían, o si a Abbey le daría tal ataque de amor esa misma noche y se escaparía a su casa para desarmarlo con besos y caricias.

9 comentarios:

  1. Abbey, Chris y un café.
    ¿algo podría salir mejor?

    as always my lady is awesome

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  2. Ains... ¡qué preciosidad! cómo me gustaría leerme un libro sobre Abbey y Chris... ^^
    PD: el italiano me encanta! es taaan romántico su acento... jeje
    Saludos. =)

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  3. Wow! las sonrisas de Abbey y Chris me han hecho sonreír a mí también. Ojalá Abbey sufra esa noche un ataque de amor y lo comparta con su ángel de ojos azules...

    Espero que pronto lleguen más novedades sobre ellos :)

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  4. Qué preciosidad, te juro que desde que empiezo a leerte se pinta una sonrisa en mi rostro porque ya sé que viene un final de ensueño. Un besote, me encantan tus entradas. Ojalánunca me pierda una.

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  5. Me encanta esta historia entre Abbey y Chris... tanto que me encantaria tener una historia asi... me pregunto que es lo que sigue...

    Un beso.

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  6. :D Sabía que Chris pintaría de un color azul cielo esos ojos grises de Abbey!
    Pero no me imaginé que también harían surgir ese brillo tan especial.
    ¿Y que paso esa noche?
    muuack

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  7. A Abbey le gustan los rascacielos de Nueva York. Sólo por eso Abbey debe de ser una buena chica. =)

    Me gusta la historia, te sigo,
    voy a leerte en vez de estudiar para mi examen de mañana. jujuju

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  8. Que se escapee (yn) No se va a arrepentir! Ya verá como el brillo de los ojos de Chris le alumbran el camino! Me encantaaa!

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  9. También podía darle a él el ataque. O podrían encontrarse en la calle, a mitad de camino... :P

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