09 mayo, 2010

Tú me enseñas que se puede querer lo que no ves.

Hoy a media noche me he despertado sobresaltada y he tenido que saltar de la cama y hundir mi nariz en su ropa. El corazón me latía a un ritmo irregular y hasta que su aroma no me ha envuelto, no me he sentido tranquila. Parecerá estúpido, pero en ese momento ha sido como si él estuviera junto a mí. Como si yo tuviera la cara hundida en su pecho, y él estuviera abrazándome fuerte, muy fuerte, sin dejarme marchar nunca…

Luego me he vuelto a meter en la cama, aún con su ropa entre mis manos, y mientras intentaba no perderme ni un solo detalle de su aroma, mi mente ha viajado horas atrás y cuando he querido darme cuenta, tenía sus ojos fijos en los míos. Y de repente, sin que me diera cuenta, sus labios sobre los míos. Su mano acariciando cada centímetro de mi piel. Mil cuatrocientos escalofríos en tan solo un segundo. Él. Yo. Nosotros… Y veinte mil billones de latidos sincronizados.

Podría pasarme lo que me queda de vida diciendo todo lo que me gusta de estar con él. Que me haga sentir querida y deseada. Que se ruborice y que rehúya mis ojos cuando le miro fijamente durante tiempo indefinido, tratando de memorizar sus gestos, cada una de sus sonrisas, cada una de sus miradas. Que sepa hacerme reír. Que tenga total control sobre mi tiempo, haciendo que se pare o que vaya más deprisa de lo normal. Que me bese y haga que me dé cuenta de que no quiero besar a nadie más en mi vida. Que sea él quién rige mis sueños y quién se mantiene presente las veinticuatro horas del día en mi cabeza. Que sea el único que consigue que mi respiración acompasada y tranquila se convierta en un frenesí de jadeos. Que sea el único con el que quiero amanecer todas las mañanas…

Después de todo esto, he tenido miedo, mucho miedo, porque he caído en la cuenta de que si sigo oliendo de manera frenética su ropa, a lo mejor pierde aroma y entonces me quedaré sola, muy sola, hasta que él vuelva.

Pocos minutos después me he dormido, con su ropa hecha un manojo entre mis manos, el corazón latiéndome a un ritmo irregular y lágrimas en los ojos, deseando que cuando volviera a despertar, no hubiera ropa, ni lágrimas, ni añoranza. Solo él dormido a mi lado, con un atisbo de sonrisa en los labios.

9 comentarios:

  1. ¡Qué texto más precioso! Me ha hecho sentir mil cosas.

    (Me encanta esa canción de Pol 3.14)

    Un muá(h) y un sugu de naranja!

    ResponderEliminar
  2. Acaso no te das cuenta que esa ropa ya huele a tí y no a él... es simple recuerdo y confusión lo que has plasmado...
    Será mejor que dejes de "atisbar" sonrrisas, porque llegará el momento en que te darás cuenta que él nunca volverá.
    Recuerda que casi siempre la DESESPERANZA es mas fuerte que el amor.
    mI BLOG:
    http://lucidaspesadillas.blogspot.com

    Sigue escribiendo así, sin saber realmente lo que desas decir, es la mejor forma de hacerlo.

    ResponderEliminar
  3. Ya no puedo imaginar un amanecer sin tu imagen en mi cabeza. Ya no puedo contemplar el mundo sin oír bajito en mi oído tu sonrisa cada segundo. Ya no cabe en mi cabeza un solo instante sin amarte i sentir que me amas. Ni una noche sin soñarte. Ni un aliento sin imaginar el roce de tu piel...

    ...


    "Querido" Ramón Mejia,

    Puesto que hablas sin conocimiento de causa deberías dedicar tu tiempo a tu fuete DESESPERANZA en lugar de decir sandeces a cerca de los sentimientos de los demás. Recuerda tú que cada persona es un mundo y cada sentimiento un infinito, y sobretodo recuerda que por mucho que te las des de conocer a la gente por solo un escrito suyo no puedes jugar a ser dios diciendo a cada persona que siente y que debe hacer con lo que siente.
    Lo que ella ha plasmado en el escrito, lejos de ser "simple recuerdo y confusión" como tú dices, es algo que por desgracia jamás llegarás a comprender ni a sentir. Algo realmente maravilloso e increíble.
    Por cierto, yo soy él, y vas muy equivocado al decir que nunca volveré porqué la veré la semana que viene y la amo tanto como ella me ama a mi.

    Te gusta interpretar las historias de la gente solamente leyendo un escrito suyo sin saber nada más acerca de sus vidas? Pues lo siento pero en este caso la has cagado al 100%. Que tengas más suerte un tú próximo intento.

    ResponderEliminar
  4. Un texto sublime, me ha encantado

    PD: querido Kilian, me ha encantado como has puesto en su lugar a cierto personajillo...
    ya les gustaria a muchos tener una historia como la vuestra.
    Un Beso. :)

    ResponderEliminar
  5. Yo también he mojado muchas veces las sábanas, abrazada a ellas deseando que fuera su ropa y esperando que él saliera de donde estuviera para volver a la cama, conmigo.
    Un texto precioso, como siempre
    Un beso kuka <3

    ResponderEliminar
  6. Admiro muchísimo como escribes,
    Un besillo

    Anderswo

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracia por pasar por mi blog :D
    y linda tu entradaa!
    besiitos y cuidatte
    cuando quieras te pasas a tomar un cafesito a mi blog
    La Chica Del Caffé

    ResponderEliminar
  8. Si las personas se vuelven ropa, tal vez la ropa pueda volverse persona...

    ResponderEliminar
  9. Kúkuu!
    me gusta tu blogg!!^^ ñaña
    te sigo va?
    pásate si kieres....^^

    www.romancesdeunan0ta.blogspot.com

    Xoxo

    ResponderEliminar

Acaríciame..