Siempre nos quedará París..
Me tumbo en la cama y pienso en ti. Qué fácil es imaginarte si cierro los ojos...te noto tan cerca que es casi como si pudiera tocarte, aunque obviamente no estás. Saboreo el yogur con gusto a fresa. También me gustan los de plátano. Y, ¿por qué no? los yogures con gusto a limón. Debería inventarse un yogur con gusto a amor. Sabría a nubes, a deseo, a pasión. Sabría también a magia, a mariposas, a estrellas. Pero sobretodo sabría a ti, a tus labios.. Tendría el sabor dulce y cálido de tus labios. Cuando su sabor bailara en mi paladar podría sentir tus brazos rodeando mi cintura y tus labios recorriendo mi cuello. Podría oler tu perfume justo a mi lado y podría, sin duda, tocarte. Notaría tu cálido aliento sobre mis labios y podría imaginarme miles de cosas. Nosotros en el coche, mirando las estrellas. Luego cenando juntos en un restaurante. Tú regalándome una rosa, solo una, blanca, pura. Y luego, de repente, tú y yo en un hotel de París, con la habitación enfrente de la Torre Eiffel, observando esa preciosa torre frente a la ventana, abrazados, queriéndonos. Y me pasaría la vida comiendo ese yogur, porque cuando tú te vas todo empieza a ir mal. Vuelve, quiéreme, déjame soñarte. Porque la razón de todo esto eres tú..
Pero tu sabes lo alucinante que llega a ser este texto? LO SABES?
ResponderEliminaramazing querida :)
Te quiero!
Gracias por seguirme! :]
ResponderEliminarTus textos son geniales ._.
Este y el de la Habitación Añil son los que más me gustan.
El yogur, la comparación, la metáfora y la relación con lo absurdo :] es genial, y algo que utilizo amenudo!
Un beso.